Más de 400 personas se unieron para celebrar la Misa anual en honor a Nuestra Señora Virgen de la Caridad del Cobre, en la parroquia St. Lawrence de Tampa el 8 de septiembre de 2021. El Msgr. Michael Carruthers presidió la Misa, acompañado de los sacerdotes Rvdo. Alberto Bueno, Rvdo. Dayan Machado, Rvdo. Higinio Rosolen, I.V.E. y el Rvdo. Ramón Hernández, quién predicó la homilía. El diácono Carlos Celaya asistió a Msgr. Carruthers en la celebración de la Misa.

La celebración de esta Misa en honor a la patrona de Cuba conmemoró 59 años de devoción a la Virgen de la Caridad en la ciudad de Tampa. Fue en 1962 cuando el padre Ruskin Piedra celebró la festividad de La Caridad en la parroquia Our Lady of Perpetual Help en Ybor City.

El P. José González, que fue a morar con el Señor recientemente el pasado 23 de agosto de 2021, dio continuidad a esta Misa hasta su retiro, animando la liturgia y el coro en los diferentes lugares que acogieron esta celebración. El diácono Juan Sierra asumió la dirección de la Comisión Organizadora de la Misa, labor que desempeñó hasta su fallecimiento en 2008. Desde entonces, su esposa María del Carmen Sierra y el P. Ramón Hernández han estado a cargo de la Comisión Organizadora que planifica la Misa, la cual se ha celebrado cada 8 de septiembre en varios lugares como el parque Curtis Hixon y la parroquia Incarnation. Desde el año 2011, la Misa se ha celebrado en la parroquia St. Lawrence.

Msgr. Carruthers compartió al comienzo de la Misa cómo “hemos recibido de María a su hijo que nos da la salvación, y verdadera y auténtica libertad del pecado”. Añadió Carruthers que “María es la madre de todo el pueblo cubano y la madre de todos nosotros”.

El P. Hernández en su homilía hizo referencia a las palabras de María en las bodas de Caná cuando dijo a los servidores: “Hagan lo que él les diga”. La historia de Cuba es dolorosa. Y en el tiempo presente también se siente dolor por todas partes. Pero dijo Hernández: “No podemos esperar a que las cosas mejoren para buscar a Jesús. Tenemos que vivir la totalidad del presente. Aquí y ahora debemos encontrarnos con Jesús. De nada vale que salgamos a la calle a protestar sino experimentamos una conversión en nuestro corazón. Los cambios por los que oramos no dependen del ambiente sino de uno mismo. Hay que pedir con el corazón. Y como nos dijo el papa Francisco, saldremos mejor o peor de la pandemia; saldremos mejor si actuamos con solidaridad y saldremos peor si actuamos con egoísmo”.

El P. Hernández habló de la libertad total con que Dios nos creó y compartió como desde que el entró al seminario en Cuba, aprendió sobre la devoción del “Cristo de la gaveta”, el crucifijo que los fieles sacan de la gaveta cuando necesitan de Dios y lo regresan a la gaveta cuando ya no lo necesitan. Dijo Hernández que ha visto esa devoción en Cuba y aquí en los Estados Unidos. “Aquí y ahora, tenemos que sacar a Cristo de la gaveta para encontrarnos con él en lugar de esperar a que las cosas mejoren en el futuro. ¡Hay que hacerlo ahora!”