Estimados hermanos y hermanas en Cristo,

El Día de Acción de Gracias es un tiempo para recordar la bendición de nuestras vidas y dar gracias a Dios por sus abundantes dones. Como obispo suyo, estoy muy agradecido de haber sido llamado a pastorear esta hermosa Diócesis de St. Petersburg. Mientras viajo por nuestra Diócesis, veo las diversas maneras en que Dios nos ha bendecido y cómo nos esforzamos por Vivir Valientemente el Evangelio. ¡Gracias por su corresponsabilidad y todo lo que hacen para servir al Señor y a los demás en su parroquia y comunidad!

Este año también agradezco las numerosas oraciones y mensajes de apoyo que recibí antes y después de mi cirugía el verano pasado. Fueron una gran fuente de fortaleza y esperanza durante mi tiempo de recuperación y rehabilitación. Me complace decir que me está yendo muy bien y he regresado al ministerio a tiempo completo.

Finalmente, estoy agradecido por el don de la Eucaristía que recibimos cuando venimos a Misa. La palabra "Eucaristía" significa "acción de gracias". ¡Qué bendición poder recibir al Señor – cuerpo, sangre, alma y divinidad – en la Eucaristía! Este alimento espiritual nos fortalece en nuestra vida diaria y en nuestro camino hacia el Reino.

Este año es el primer año del Avivamiento Eucarístico Nacional, una iniciativa de oración para renovar la devoción y la creencia en la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Rezo para que nuestro Avivamiento Eucarístico Nacional brinde una oportunidad para que todos nosotros reflexionemos más profundamente sobre la importancia de la Eucaristía en nuestras vidas y en la vida de la Iglesia. Para conocer más sobre esta iniciativa, los invito a visitar www.dosp.org/revival.

Sepan que los recordaré a ustedes y a sus seres queridos en mis oraciones de una manera especial en el Día de Acción de Gracias. ¡Feliz Día de Acción de Gracias y que Dios los bendiga!

Suyo en Cristo,

Monseñor Gregory Parkes