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 | Reverendísimo Gregory Parkes Obispo de St. Petersburg

Estimados hermanos y hermanas en Cristo

Estimados hermanos y hermanas en Cristo,

¿Por qué estoy agradecido este año (y siempre)? ¡Con ustedes! Ustedes, que son parte de la familia de Dios. Cada uno de ustedes es un regalo para nuestra Iglesia local. Con su oración, sacrificio, amor y afán, ustedes viven la misión de Cristo de construir el Reino de Dios.  Incluso en medio de los desafíos y de una pandemia mundial, levantan en alto la Cruz, signo de la victoria de Cristo sobre la muerte. Me inspira su devoción a la Eucaristía, los santos, la caridad, la justicia, la Santísima Virgen y todo lo que es bueno, bello y verdadero en este mundo.

Al reflexionar sobre el Día de Acción de Gracias y todas las bendiciones que hemos recibido este año, siento esperanza en nuestro futuro. Aunque nuestro mundo siempre ha conocido el sufrimiento, también ha conocido la alegría. Dios transforma nuestro mundo y hace nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21,5).

Gracias por su fe resiliente y por vivir valientemente el Evangelio de Jesucristo en sus hogares, escuelas, iglesias, comunidades, hospitales, refugios para personas sin hogar, granjas, fábricas, negocios y todo lugar a donde Dios los envíe.

"Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por él los ha enriquecido con abundancia en todo". (1 Corintios 1,4-5).

¡Feliz Día de Acción de Gracias y que Dios los bendiga!

Atentamente y suyo en Cristo,

Reverendísimo Gregory Parkes
Obispo de St. Petersburg