| Bishop Gregory Parkes

19 de septiembre REFLEXIÓN DEL EVANGELIO

“Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos»”. - Marcos 9, 35

En mi vida, he tenido la bendición de haber servido en el mundo corporativo antes de entrar en el seminario, y de servir ahora en la Iglesia como sacerdote y obispo. Son dos mundos muy diferentes. A veces las personas ven el convertirse en obispo como un "ascenso", ya que es un término que se utiliza comúnmente en los negocios. Yo les explico que la Iglesia es diferente. En lugar de verlo como un ascenso, debería verse como una llamada de Dios a un mayor servicio a su Iglesia.

En el Evangelio de hoy, los discípulos de Jesús estaban discutiendo entre ellos quién era el más grande. El Evangelio según san Marcos, no especifica si estaban discutiendo quién era el más grande entre los doce o el más grande dentro del linaje judaico. La discusión debió ser muy animada porque Jesús les pregunta sobre qué discutían. Probablemente, los doce estaban comparando las cualidades de cada uno y quién era el más grande a los ojos del Maestro. Jesús aprovecha la ocasión para enseñarles que quien quiera ser el primero debe ser el último y el servidor de los demás. Probablemente esto no tenía sentido para ellos. Vivían en una época de amos, siervos y esclavos. Así que, ¿cómo se podía ser el más grande siendo el más pequeño? Él les enseña que deben renunciar a sus propios intereses para servir humildemente a los demás. 

Nuestro mundo actual anima a la gente a subir la escalera del éxito para conseguir estatus, títulos, dinero y fama, mientras se abandonan a los demás por el camino. Pero afortunadamente, hay unos pocos que lideran sirviendo, desviándose de su camino para ayudar a sus compañeros de trabajo y donde sea necesario. Guían a otros en una dirección con autoridad apacible y cuidando de los demás. 

Los cristianos están llamados a ser líderes servidores. Buscamos servir a nuestra comunidad y llevamos a otros a un encuentro con Cristo a través de nuestro testimonio vivo de fe, oración y acción. ¿Qué clase de líder eres tú? Pide hoy al Espíritu Santo que te conceda el valor de servir a los demás con amor y compasión imitando a Jesucristo.  

- Monseñor Gregory Parkes